GÉNERO: BLACK METAL
ORIGEN: NORUEGACALIDAD: 320 kbps
Una de las bandas emblemas
Noruegas, Gorgoroth, vuelve a la acción, para presentarnos Instinctus Bestialis, la obra compuesta que llega de la nueva formación
comandada por el serbio Atterigner (ex Triumfall), de tan solo 27 años, el batería
sueco Tomas Asklund, el bajista Frank Boddel Watkins (que ya fue bajista también
en su obra del 2009 Quantos Possunt Ad
Satanitatem Trahunt) y el ya conocido fundador de la banda Infernus.
Las dudas las tenemos en sí, en este caso, Atteringer, será capaz de borrar, o
al menos hacer olvidar por un tiempo, la aún extensa huella que dejó Gaahl tras
su marcha, y que, recordemos, ni Pest fue capaz de borrarla. Y es que muchos fans reconocieron su labor y
trabajo en la que fue la mejor época de Gorgoroth, con álbumes como Incipit Satan o Twilight of the Idols.
Pero dejando de banda lo
que ya sabemos, han pasado nada menos que 6 años desde que Gorgoroth no
presentaba un nuevo trabajo (sin tener en cuenta la reedición de Under the Sign of Hell de 2011), y Instinctus Bestialis está por aquí para
intentar subsanar la herida.
El álbum se inicia con Radix Malorum, un tema con fuerza,
potencia y carácter, que nos empieza a mostrar cuáles serán las cartas sobre la
mesa que se nos irán presentando. Es inevitable fijarse en este caso, en las
vocales, que se caracterizan por unos tonos graves, que imponen, pero quizá no
del todo definidos. Las guitarras sí que recuerdan al más puro sonido Gorgorotiano,
pero no tenemos demasiado margen de comprobación, cosa que se subsanará en Dionysian Rite¸ un tema con mucho poder,
que tiene unos riffs que recuerdan a la mejor etapa de Gorgoroth, y con unas
pequeñas variaciones vocales y rítmicas que convencen. Ad Omnipotens Aeterne Diabolus, tercer tema del álbum, llega
empalmadito de Dionysian Rite, dando
en la clave atmosférica (y muy característica) de Gorgoroth, para, dar un paso
adelante, acelerando ritmos e incorporando la voz Atterigner demasiado
repentinamente. Además, misteriosamente, algunos riffs se parecen en exceso
a otros ya utilizados en la edad de oro. El tema en si no está mal, con un
inicio muy bueno, pero roto en pedazos, a parte por las vocales, y a partes por
sus riffs de guitarra, cuando mejor se pone. Parecen errores típicos de la
inexperiencia, que Gorgoroth no se debería de permitir.
Y con un nombre atípico, Come Night,
entra el cuarto tema. Atípico, en el sentido de no usar las palabras ‘Satan’ ‘Evil’
u proverbios parecidos clásicos en los temas de Gorgoroth. Pues Come Night debuta con un ritmo marcado,
lento, con poder, y que se deja embellecer con pequeñas partes rápidas.
Reconozco que el tema, a primera escucha, convence, pero se hace excesivamente
corto, ya que no llega ni a los 3 minutos. Pero continuando con lo que nos procede,
Burn in his Light sigue una tónica muy
parecida, aunque quizá esta excesiva repetición y parecido con Come Night, lo hace aburrido, y se
empieza a echar de menos un poco más de uso atmosférico. Quizá, uno de los
pecados más mortales que se comete en Burn
in his Light, es el trozo donde se recrea un solo de guitarra con un sonido
muy familiar del Heavy Metal. No tengo palabras, pero sinceramente, esta fórmula
de los solos ‘Heavy Metal, definitivamente no funciona en el Black Metal, y
anteriormente ya la intentaron incorporar otra banda.
Rage entra cometiendo el mismo fallo
que Burn in his Light, metiendo con
calzador los sonidos Heavy en temas de BM, aunque en este caso, el tema
espabila, pero con un sonido nada innovador respecto a sus temas antecesores, y
un sonido ambiental recreado por una guitarra que parece estar falta de ideas. Y
ya con la esperanza un poco perdida, entra Kala
Brahman, con una guitarra baja de volumen que se va incorporando y
atravesando nuestros oídos, con riffs que sí que recuerdan a los verdaderos
guerreros que una vez fueron Gorgoroth, pero, de nuevo, Atterigner nos hace
aterrizar, con una clase de voces no variante que termina aburriendo al más
paciente. El tema no tiene una mala composición, y no tengo nada en contra de
Atterigner (ya que reconozco que es la primera vez que lo oigo), pero necesito
más registros vocales para poder ofrecer lo que esta banda necesita.
Por ultimo, Awakening se presenta
como el desenlace. Para mi sorpresa, siguen sin hacer uso de un ambiente
elaborado, ese clásico ambiente que caracteriza el espectáculo del Black Metal
de la música banal y corriente. Simplemente, se limitan a repetir "Satan our
Master" casi continuamente, sin ton ni son, en un desenlace decepcionante.
En resumidas cuentas, se
puede decir que Instinctus Bestialis no es un mal disco per sé,
pero no es un disco que justifique el nombre de la banda ni su historia.
Gorgoroth ha de estar alto, mucho más alto de lo que este álbum puede promover.
A pesar de que, en sus dos primeros temas asoma una sombra de lo que fue, todo
se desvanece en el resto del álbum, dejando un amargo pensamiento de que
Infernus, con todos mis respetos, no es la persona idónea para continuar el
legado de Gorgoroth, por muy fundador que sea. Eso se deja notar en sus
continuos cambios de miembros, en el que el recién estrenado Atterigner no da
la talla, dejando sin justificación alguna la marcha del ultimo estrenado Pest.
Para quien lo desee, el álbum
se deja oír, pero está muy lejos, repito, del nombre y emblema que representa
un nombre como Gorgoroth.
Agresividad: 7
Ambientación: 3
Innovación: 5
Nota Final
5
1. "Radix Malorum"
2. "Dionysian Rite"
3. "Ad Omnipotens Aeterne Diabolus"
4. "Come Night"
5. "Burn in His Light"
6. "Rage"
7. "Kala Brahman"